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Fantasma (Ghost Spanish Edition)

Book #1 of Track
Translated by Alexis Romay

LIST PRICE $10.99

PRICE MAY VARY BY RETAILER
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About The Book

Now available in Spanish!

A National Book Award Finalist for Young People’s Literature
Nominated as one of America’s best-loved novels by PBS’s The Great American Read


Ghost wants to be the fastest sprinter on his elite middle school track team, but his past is slowing him down in this first electrifying novel of the acclaimed Track series from Newbery honoree Jason Reynolds.

Ghost. Lu. Patina. Sunny. Four kids from wildly different backgrounds with personalities that are explosive when they clash. But they are also four kids chosen for an elite middle school track team—a team that could qualify them for the Junior Olympics if they can get their acts together. They all have a lot to lose, but they also have a lot to prove, not only to each other, but to themselves.

Running. That’s all Ghost (real name Castle Cranshaw) has ever known. But Ghost has been running for the wrong reasons—it all started with running away from his father, who, when Ghost was a very little boy, chased him and his mother through their apartment, then down the street, with a loaded gun, aiming to kill. Since then, Ghost has been the one causing problems—and running away from them—until he meets Coach, an ex-Olympic Medalist who sees something in Ghost: crazy natural talent. If Ghost can stay on track, literally and figuratively, he could be the best sprinter in the city. Can Ghost harness his raw talent for speed, or will his past finally catch up to him?

Excerpt

Capítulo 1: Récords mundiales Récords mundiales
Échate esto. Hay un tipo que se llama Andrew Dahl que tiene el récord mundial por inflar la mayor cantidad de globos… con la nariz. Ecolecuá. Es cierto. No estoy seguro de cómo se enteró de que eso era un talento especial, y no me puedo imaginar la cantidad de mocos que habrá en esos globos, pero, ya tú sabes, eso es lo suyo, y Andrew es el mejor. También hay una mujer que se llama Charlotte Lee que tiene el récord de ser dueña de la mayor cantidad de patos de goma. No es broma. Y esto es lo más raro de todo: ¿por qué alguien querría un pato de goma, mucho menos 5631? En serio, par favar. Y yo, bueno, yo probablemente tenga el récord mundial de saber más acerca de récords mundiales. Ese y el de comer la mayor cantidad de semillas de girasol.

—Déjame adivinar: ¿semillas de girasol? —el señor Charles casi me grita desde detrás del mostrador de lo que él llama su «tienda en el campo», aunque vivimos en una ciudad. El señor Charles —quien, ya que estamos, luce igualito a James Brown, si James Brown fuera blanco— me ha cobrado las semillas de girasol cinco días por semana desde, déjame pensar… cuarto grado, que es cuando mamá empezó a trabajar en el hospital. Así que ya vamos más o menos por tres años. Además, él es «hipoacúsico», cosa que cuando mi mamá la decía yo siempre pensaba que decía «hipermúsico», lo que no tenía ningún sentido. No sé por qué no decía simple y llanamente «medio sordo». Tal vez porque «hipoacúsico» es como hablan en los hospitales y seguro que se le ha pegado. Pero, sí, el señor Charles casi no oye nada, motivo por el cual siempre le grita a la gente y la gente siempre le grita a él. Su tienda es un carnaval de chillidos, eso sin mencionar los efectos especiales extra que vienen del ruidoso televisor que tiene detrás del mostrador… con películas de vaqueros, una detrás de la otra. El señor Charles también es el tipo que me dio este libro —Los récords mundiales de Guinness— que es donde aprendí acerca de Andrew Dahl y Charlotte Lee. Él me dice que un día yo puedo establecer un récord. Un récord de verdad. Ser uno de los mejores en el mundo en algo. A lo mejor. Pero una cosa es cierta: el señor Charles tiene que tener el récord por decir «Déjame adivinar: ¿semillas de girasol?», porque me dice eso cada vez que entro por esa puerta, lo que quiere decir que probablemente yo también tenga el récord por contestar, en voz alta, exactamente del mismo modo.

—Déjeme adivinar: ¿un dólar? —esa es mi respuesta. La he dicho un ceremillar de veces. Entonces, con una palmada, le pongo un billete en su mano arrugada, y él me pone la bolsa de semillas en la mía.

Después de eso, continúo con mi viaje en cámara lenta y sólo me vuelvo a detener al llegar a la parada de guaguas. Pero esta parada de guaguas no es una parada de guaguas cualquiera. Es la que está justo enfrente del gimnasio. Me quedo ahí sentado con el resto de la gente que espera la guagua, con la excepción de que yo en verdad nunca la espero. La guagua te lleva a casa rápido, y yo no quiero eso. Yo sólo voy ahí para mirar a la gente que hace ejercicios. Me explico: el gimnasio en la acera de enfrente tiene una enorme ventana —bueno, la pared entera es una ventana— y tiene esas máquinas que te hacen sentir como si subieras escalones, y todos están de cara a la parada de guaguas con esa pinta de locos, como si estuvieran a punto de desmayarse. Y créeme: no hay cosa más cómica que eso. Así que yo me pongo a contemplar un rato el panorama, como si fuese una película: Quiénes están por desmayarse, con la actuación especial de los sube-escalones, del uno al diez. Ya sé que esto seguro que suena un poco raro, incluso hasta medio espeluznante, pero algo hay que hacer cuando uno se aburre, ¿no? La mejor parte de sentarme ahí es que me devoro las semillas de girasol como si fueran palomitas de maíz de los cines.

A propósito de las semillas de girasol. Antes yo me ponía un puñado en la boca a la vez, chupaba toda la sal, y luego las escupía como si fuera una metralleta. También podría haber establecido un récord mundial en eso. Pero, ahora, he madurado. Ahora me tomo mi tiempo, las muevo a uno y otro lado de la boca, las acomodo para la mordida perfecta que abra la cáscara de par en par y luego, cuidadosamente, separo la semilla con la lengua y entonces —y esta es la parte difícil— mientras mantengo la semillita a buen recaudo en el espacio entre los dientes y la lengua, escupo las cáscaras. Y, por último, después de todo eso, mastico las semillas. Soy todo un experto, aunque, puesto a ser sincero, las semillas de girasol no saben a nada. Ni siquiera estoy seguro de que valgan la pena. Pero me gusta el proceso de todos modos.

Mi papá también solía comer semillas de girasol. De ahí es de donde me viene. Pero él lo masticaba todo. Las cáscaras, las semillas, todo. Las devoraba como si fuera una bestia. Cuando yo era mucho más pequeño, le preguntaba si le iba a crecer un girasol adentro, ya que comía tantas semillas. Él siempre se la pasaba mirando un partido de algo, ya fuera fútbol americano o básquet, y se volvía hacia mí por un segundo, el tiempo suficiente para no perderse una jugada y decía:

—Yo estoy lleno de girasoles, chamaco —entonces sacudía las semillas en la palma de la mano, como si fueran dados, antes de tirarse otro puñado en el chupasopa para zampárselo de un golpe.

Pero déjame decirte una cosa: mi papá mentía. Adentro no le crecía ningún girasol. No era posible. Yo no sé mucho de girasoles, pero sé que son lindos y que les gustan a las mujeres, y sé que la palabra girasol está compuesta por dos palabras buenas, y ese hombre no tiene dos palabras buenas ni nada que les guste a las mujeres, porque a las mujeres no les gustan los hombres que intentan matarlas y matar a sus hijos. Y esa es la clase de hombre que él era.

Fue hace tres años cuando a mi papá se le fundió un cable. Cuando el alcohol lo hizo incluso más cruel de lo que jamás había sido. Cada dos días se convertía en una persona diferente, como si se transformara en un loco, pero esa noche mi madre por fin decidió hacerle resistencia. Yo tenía la cabeza metida entre el colchón y la almohada, algo a lo que me había acostumbrado cada vez que ellos se echaban la bronca, cuando mi mamá entró como una tromba a mi cuarto.

—Nos tenemos que ir —me dijo mientras me quitaba el cubrecamas de un tirón. Y cuando no me moví, gritó—: ¡Levántate!

Lo próximo que supe fue que me arrastraba por el pasillo, mientras mis pies tropezaban entre sí. Y ahí fue cuando miré a mis espaldas y lo vi, a mi papá, que se tambaleaba desde el cuarto, con los labios ensangrentados y una pistola en la mano.

—¡No me hagas hacer esto, Teri! —le suplicó con un gritó rabioso, pero mi madre y yo seguimos avanzando. El sonido de la pistola al ser rastrillada. El sonido de la puerta al ser abierta. Tan pronto como ella abrió la puerta de par en par, mi papá disparó. ¡Nos disparó a nosotros! ¡Mi papá! Mi papá, para ser exactos, nos disparaba… a… ¡nosotros! ¡A su esposa y su hijo! No me fijé dónde había ido a parar la bala, más que nada porque temía que me hubiera dado a mí. O a mamá. El sonido fue potente y agudo, lo suficiente como para hacerme sentir que el cerebro me iba a estallar en la cabeza, lo suficiente como para que el corazón me diera un vuelco. Pero lo más loco de todo fue que sentí que el disparo —el ruido más fuerte que jamás había escuchado— hizo que mis piernas se movieran aun más rápido. No sé si eso es posible, pero eso es, sin lugar a dudas, lo que me pareció.

Mi mamá y yo corrimos escaleras abajo, salimos a la calle e irrumpimos en la oscuridad con la muerte que nos pisaba los talones. Corrimos y corrimos y corrimos, hasta que por fin llegamos a la tienda del señor Charles, que, para nuestra fortuna, está abierta las veinticuatro horas. El señor Charles nos vio a mi mamá y a mí, sin aliento, llorando, descalzos y en pijamas, y nos escondió en su despensa mientras llamaba a la policía. Nos quedamos ahí la noche entera.

No he visto a mi papá desde entonces. Mamá me dijo que cuando los policías llegaron a la casa, él estaba sentado afuera, en los escalones, sin camisa, con la pistola a su lado, tragaba cerveza y semillas de girasol, y los esperaba. Como si quisiera que lo arrestaran. Como si no fuese gran cosa. Le echaron diez años en prisión, y, para ser sincero, no sé si eso me alegra o no. A veces, quisiera que lo hubiesen sentenciado a la cárcel por una eternidad. Otras veces, quisiera que estuviese en el sofá en casa, mirando su partido y sacudiendo las semillas en la mano. En cualquier caso, hay una cosa cierta: esa fue la noche en la que aprendí a correr. Así que cuando me cansé de estar sentado en la parada de guaguas enfrente del gimnasio y vi a todos esos chamacos entrenándose en la pista de carrera del parque, tuve que ir a ver a qué se debía eso, porque correr no es algo para lo que yo jamás haya tenido que entrenar. Eso es sencillamente algo que yo sabía hacer.

Reading Group Guide

Guía de Lectura en Grupo

Atletismo, Libro Uno: Fantasma

Por Jason Reynolds

Sobre el libro

Castle Cranshaw (con el apodo Fantasma) supo cuan rápido él aprendió lo rápido que podía correr la noche que arrestaron a su padre. Correr nunca es algo que planes de hacer nunca, así como él nunca planea estar metido en altercados en la escuela. Correr solo ocurre. Luego, un día, Fantasma se topa con un entrenamiento en el parque y decidecompetir contra uno de los velocistas, una decisión que lo lleva a integrarse al equipo élite de atletismo del entrenador Brody: los Defensores. El entrenador Brody apuesta por Fantasma y le da un futuro hacia donde correr, pero solo si Fantasma puede aprender a soltar las cosas de las cuales está huyendo.

Preguntas de Discusión

1. La portada de Fantasma incluye esta pregunta: Corre para salvar su vida ¿o para huir de ella? Explica el papel que juega correr en la vida de Fantasma. ¿Por qué empieza a correr? ¿Cómo cambia su razón por correr?

2. ¿Cuál memoria sobre el papá de Fantasma se activa con las semillas de girasol? ¿Cómo ayuda este recuerdo a desarrollar del personaje de Fantasma? ¿Cuáles otras cosas le traen recuerdos de su papá? ¿Hay algunas memorias positivas?

3. Inicialmente, ¿cuál deporte le interesa jugar a Fantasma? ¿Por qué no está interesado en el atletismo? ¿Qué piensas ser el motivo por decider competir con Lu?

4. Considera las connotaciones de la palabra defensor. ¿Qué quiere decir ser defensor? Muchos de los personajes en la novela juegan el papel de defensores. Escoge un personaje y explora las maneras en que personifican la idea de ser defensor. ¿Por qué es un nombre apropiado para el equipo de atletismo del entrenador Brody?

5. ¿Cómo consiguió Castle su apodo? ¿Por qué crees tú que a él le gusta más el nombre Fantasma que su nombre real? ¿Cuál nombre le queda mejor: ¿Fantasma o Castle? Si tú te pusieras un apodo, ¿qué sería? ¿Te han dado otros un apodo? Si sí, ¿refleja adecuadamente quién eres?

6. ¿Cómo convence el entrenador Brody a Fantasma que se integre a los Defensores? ¿Cómo convence a la madre de Fantasma? ¿Cuán difícil es balancear lo atlético y lo académico?

7. Fantasma tiene que lidiar con mucho bullying en la escuela. ¿Por qué piensas tú que Brad Simmons se mete con Fantasma? ¿Cómo responde Fantasma? En vez de pelear, ¿cómo pudo Fantasma tomar represalia?

8. ¿Qué piensas tú que Fantasma quiere decir cuando dice “tengo muchos gritos adentro”?

9. ¿Qué piensas tú que Fantasma quiere decir cuando le dice al entrenador, “Así que supongo que a la única persona a la que en verdad le tengo miedo es, tal vez…a mí mismo”? ¿Cómo responde el entrenador? ¿Piensas tú que Fantasma es duro consigo mismo?

10. Lee cuidadosamente las últimas páginas del Capítulo 5 y el principio del Capítulo 6, asegurándote de prestar atención al uso de lenguaje figurado por parte del autor. ¿Cómo es que el recuerdo retrospectivo de Fantasma ayuda a desarrollar su personaje y conflicto interno?

11. Piensa en las consecuencias que Fantasma enfrenta como resultado de su decisión de robarse un par de tenis. ¿Piensas que la manera en que el entrenador lo castiga es justa? ¿Cuáles habría sido las consecuencias si a Fantasma lo hubiera parado la policía? ¿Cuáles habría sido las consecuencias si su madre hubiera descubierto el robo? ¿Qué hubiera pasado si a Fantasma nunca lo hubieran agarrado? ¿Por qué sería mejor que lo hayan agarrado?

12. Además de entrenar a los Defensores en cómo ser corredores competitivos, el entrenador también les enseña como trabajar juntos como equipo, ayudándolos a ser responsable y empáticos. ¿Cuáles tácticas usa él para enseñarles estas lecciones de vida?

13. Considera la manera en que el autor contrasta el Palacio de Cristal con el vecindario de Sunny en el Capítulo 7. ¿Cómo te ayuda este contraste a comprender a Fantasma?

14. El Capítulo 8 termina con Fantasma diciendo, “Y me gustó mucho sentirme como uno de los compañeros del equipo. Como si yo estuviera ahí-de verdad, de verdad, ahí- como yo mismo, pero sin tantos gritos en mi interior.” ¿Por qué son importantes los equipos? ¿Has sido alguna vez parte de un equipo? Si sí, ¿cómo se compara tu experiencia con la de Fantasma?

15. ¿Qué lleva a Fantasma a la decisión de robar un par de tenis? ¿Por qué siente él que robar es su única opción? ¿Cuáles son las consecuencias de corto y largo plazo de su decisión? ¿Qué hubieras hecho tú en su posición? ¿Qué pudo haber hecho diferente Fantasma? ¿Cuál lección aprende él como resultado?

16. A la cena de los novatos, ¿cuáles secretos revelan Patty, Lu, Sunny y Fantasma sobre ellos mismos? ¿Cómo impacta esta cena la relación que tienen entre ellos? ¿Por qué es la confianza tan importante en las relaciones? ¿Cómo puedes desarrollar confianza con otros?

17. Gradualmente, Entrenador revela cosas de su pasado a Fantasma. ¿De qué se entera Fantasma sobre la niñez del entrenador y la relación con su padre? ¿Cómo desarrollan estas revelaciones el lazo entre Fantasma y Entrenador?

18. Fantasma termina con un final de suspenso. ¿Cuál piensas tú será el resultado de la carrera? Éste es el primer libro en la serie Atletismo: ¿cuáles conflictos piensas que Fantasma va a enfrentar en el siguiente libro?

Actividades de Extensión

1. A través de la novela, Fantasma tiene varios adultos que se actúan como defensores de él: el señor Charles, Entrenador, su mamá y hasta el director Marshall. Considera la importancia de cada una de estas figuras en la vida de Fantasma. Luego escribe un ensayo o prepara un discurso sobre un adulto de confianza en tu propia vida. ¿Por qué confías en esta persona?

2. Jason Reynolds usa los récords mundiales como motivo de enmarcación en la novela. Investiga los récords mundiales y crea un cartel sobre los récords mundiales más interesantes que encuentres. Si intentaras romper un récord mundial ¿cuál sería?

3. Uno de los héroes de Fantasma es el corredor y medallista de oro de los Juegos Olímpicos, Usain Bolt. Investiga la biografía de Bolt o de otro corredor grande y presenta lo que encuentras a la clase o con un reporte tradicional o uno de multimedia. Una lista de corredores famosos en la historia se puede encontrar aquí: http://www.biography.com/people/groups/track-and-field-athletes. Y una lista de corredores contemporáneos se puede encontrar aquí:http://rw.runnersworld.com/the50/.

4. Cuando Entrenador le pide a la mamá de Fantasma que le permita integrarse al equipo, Fantasma reflexiona, “sentí que ya esto lo había presenciado en cada película de deportes que había visto en su vida. De hecho, en todas, Señora, su hijo tiene potencial. Si esto seguía como en las películas, yo iba a marcar el gol que ganaba el partido, (cosa que es imposible en el atletismo) o…me iba a morir.” Como clase, comparen Fantasma a una película clásica deportiva (ej. Rudy, Bend it Like Beckham, Miracle, Hoop Dreams, 42, The Bad News Bears, Jim Thorpe-All American). ¿Hay alguna similitud entre la película que ustedes ven y Fantasma?

5. Trabaja con tu departamento de Educación Física para organizar una clase inspirada por Fantasma, probando algunos de los ejercicios de entrenamiento y carreras. ¿Cómo enriqueció esta experiencia tu comprensión de la novela de Reynolds?

6. Uno de los conflictos centrales en la novela tiene que ver con el deseo de Fantasma de adquirir un par de tenis caros. Investiga el desarrollo de la tecnología de los tenis para correr. ¿Qué tipos de tenis hay en el mercado? ¿Cuáles características son importantes en un tenis para correr? ¿Cuáles marcas tienen las mejores calificaciones? Si tuvieras que elegir un par de tenis, ¿cuáles elegirías? Escribe un ensayo persuasivo que usa apelaciones retóricas para justificar tu selección.

7. Revisa el Capítulo 5, prestándole atención específica a la escena en Todos Deportes. Escribe esta escena de nuevo desde el punto de vista de Tia. ¿Qué piensas qué pasó cuando Tia se dio cuenta que Fantasma se robó los tenis? ¿Cómo se sentiría ella cuando Fantas​ma regresó con Entrenador y pidió perdón?

8. Entrenador le dice a Fantasma que le quiere mostrar, “No puedes huir de quien eres, pero que lo que sí puedes hace es correr hacia quien quieres ser.” ¿Cómo intenta huir Castle de quien es él? ¿Qué tipo de persona quiere ser él? ¿Cómo lo ha ayudado encontrar a su equipo a que empiece ser esa persona? Trata de aplicar el consejo de Entrenador a tu propia vida: ¿qué tipo de persona quieres ser tú? ¿Qué te puede ayudar a ser esa persona?

9. Trabajando con un grupo, trata de traducir Fantasma a película. ¿Cuáles aspectos del libro se traducirían bien al cine (ej. diálogo, lugar, personaje, conflicto)? Puedes optar por crear un trailer (anuncio) para el libro o adaptar una escena del libro a un guion y grabarlo.

Guía preparada por Amy Jurskis, English Department Chair en Oxbridge Academy.

Translated from English by Yamil Y. Baez/ Esta guía fue traducida del inglés al español por Yamil Y Báez.

Esta guía ha sido proveída por Simon & Schuster para el uso en el salón del clase, biblioteca o grupo de lectura. Puede ser reproducido en su totalidad o en fragmentos para estos propósitos.

About The Author

Photograph (c) Adedayo "Dayo" Kosoko

Jason Reynolds is a #1 New York Times bestselling author, a Newbery Award Honoree, a Printz Award Honoree, a two-time National Book Award finalist, a Kirkus Award winner, a UK Carnegie Medal winner, a two-time Walter Dean Myers Award winner, an NAACP Image Award Winner, an Odyssey Award Winner and two-time honoree, and the recipient of multiple Coretta Scott King honors and the Margaret A. Edwards Award. He was also the 2020–2022 National Ambassador for Young People’s Literature. His many books include All American Boys (cowritten with Brendan Kiely); When I Was the GreatestThe Boy in the Black SuitStampedAs Brave as YouFor Every One; the Track series (Ghost, Patina, Sunny, and Lu); Look Both WaysStuntboy, in the MeantimeAin’t Burned All the Bright (recipient of the Caldecott Honor) and My Name Is Jason. Mine Too. (both cowritten with Jason Griffin); and Long Way Down, which received a Newbery Honor, a Printz Honor, and a Coretta Scott King Honor. His debut picture book, There Was a Party for Langston, won a Caldecott Honor and a Coretta Scott King Illustrator Honor. He lives in Washington, DC. You can find his ramblings at JasonWritesBooks.com.

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